22 octubre 2009

Dios vuelve en una harley



RENUNCIA AL EGO

MUÉSTRATE TAL Y COMO ERES

Y

NO PIERDAS DE VISTA LO QUE SUCEDE


Yo leí este libro hará unos 15 años. Recientemente, cuando Gise me dijo que quería un Joe en su vida, lo volví hacer.

Si tienes curiosidad por descubrirlo lo puedes descargar aquí.

16 octubre 2009

Dicho popular


“Reírse es arriesgarse a parecer tonto.

Llorar es arriesgarse a parecer sentimenal.

Alargar el brazo para coger a otro es arriesgarse a implicarse.

Mostrar los sentimientos propios es arriesgarse a mostrarse uno mismo.

Exponer tus ideas o sueños ante una multitud es arriesgarte a perderlos.

Amar es arriesgarse a no ser correspondido.

Vivir es arriesgarse a morir.

Tener esperanzas es arriesgarse a perderlas.

Pero se tienen que correr riesgos.

Porque el mayor peligro en la vida es no arriesgar nada.

Si no haces nada, si no arriesgas nada, tu existencia se oscurece.

Es probable que de este modo evites sufrimientos,

pero no vas a aprender a sentir, a cambiar, a amar ni a vivir.

Encadenado a una actitud de miedo, uno se convierte en esclavo …

y pierde su libertad.

Sólo si eres libre si te arriesgas.”



07 octubre 2009

Asamblea en la carpintería

Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido” Y, además, se pasaba el tiempo golpeando. El martillo aceptó su culpe, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo; dijo que había que darle mucha vueltas para que sirviera de algo.

Ante el ataque, el tornillo aceptó también, pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que rea muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás. Y la lija estuvo de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro, que siempre estaba midiendo a los demás según su medida, como si fura el único perfecto.

En eso, entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, la tosca madera inicial se convirtió en un bonito mueble. Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho y dijo: “Señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos.

La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte; el tornillo unía y daba fuerza; la lija era especial para afinar y limar asperezas, y observaron que el metro era preciso y exacto. Se sintieron entonces un equipo capaz de producir muebles de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.

Deja brillar tu luz

Este verano estuve leyendo Volver al amor, de Marianne Williamson, y hoy quiero compartir con vosotros un pequeño texto del mismo:

DEJA BRILLAR TU LUZ

Lo que más miedo nos da no es ser incapaces.
Lo que más miedo nos da es ser poderosos más allá de toda medida.
Es nuestra luz, no nuestra oscuridad lo que más nos asusta.
Quién soy yo para ser una persona brillante, hermosa, dotada, fabulosa?
En realidad, ¿quién eres para no serlo?

Eres un hijo de Dios, y si juegas a empequeñecerte, con eso no sirves al mundo.
Encogerte para que los que te rodean no se sientan inseguros no tiene nada de iluminado.
Todos estamos hechos para brillar, como brillan los niños.
Nacimos para poner de manifiesto la gloria de Dios, que está dentro de nosotros.
No sólo en algunos, sino en todos nosotros.

Y si dejamos brillar nuestra propia luz,
inconscientemente daremos permiso a los demás para hacer lo mismo.
Al liberarnos de nuestro propio miedo, nuestra presencia,
automáticamente liberará a los demás.