Aquélla noche llovía y entramos a cenar al sitio más cercano. Todo era desconocido, todo estaba por descubrir. No fue una buena elección, sin embargo, ya que de la comida no pudimos disfrutar sí lo hicimos de nuestra mutua compañía. Al terminar de cenar y salir a la calle seguía lloviendo y decidimos pasear bajo esa lluvia y bajo un mismo paraguas. Él me iba cantando:
“me da igual cantar en sierpes que en la plaza nueva pasear por esas callecitas tan estrechas quiero ser un vagabundo mas tapado por estrellas que alumbran mi ciudad …”
Así llegamos, agarraditos del brazo, a la entrada del Parque de María Luisa, uno de los más hermosos que conozco, una auténtica delicia para recorrer.
En la cena me había dicho, que le gustaba cantar pero que sólo lo hacía cuando realmente se encontraba a gusto. Hoy estoy convencida de que aquello solo fue una estrategia que formaba parte de su propia magia.
Me acompañó a mi hotel, situado frente al Corte Inglés, y en el que compré un pequeño paraguas “mejor azul”. Era un encargo que me había hecho una personita muy muy muy , pero que muy especial e importante en mi vida.
Nuestro siguiente encuentro no fue inmediato. Era Semana Santa y por la mañana estuvimos deambulando por los alrededores de La Catedral y por las céntricas calles que estaban ya preparadas para las procesiones de la tarde/noche.
También aquél día fuimos a cenar y en los postres me hizo juegos con cartas. Descubrí el secreto, o mejor dicho, me dejo descubrirlo para seducirme de nuevo con su encanto.
¿Tal vez fue el influjo de Fernando lo que hizo que me enamorará de esa ciudad? El caso, es que en las dos ocasiones llegué, disfruté y regresé a mi hogar pero he de reconocer algo que leí siendo niña: QUIEN NO HA VISTO SEVILLA NO HA VISTO MARAVILLA ¡¡¡hay tanto por ver!!!
Y Bosco conoció a Macarena aquél fin de semana también ....
Quiero agradecer, asimismo, a Alvaro Carnicero que me haya cedido esta preciosa foto de Sevilla para ilustrar mi post. Os dejo un enlace a su página:
5 comentarios:
Y claro que con tanta lluvía , no estaba la cosa para ver monumentos ni canturrear por la calles aquella de "..... Sevillaaaunn tieneeee un colooor espesiaunnnn ...."
Por lo que segun cuentan las malas lenguas del citado Hotel , la habitación 501 , aquella noche , mas bien parecía una sesión de fuegos artificiales , digna de toda noche de San Juan que se precie .
Y con esto , y un bizcocho , yo mañana NO me levanto a las 8 !!!! Puenting ! ;D
Sevilla tiene un color especiallll... Sevilla sigue teniendo su duende...
Y los sevillanos una gracias especial.
saludos
Todo eso es un puro tópico. En Andalucia ya estamos un poquito hartos del "mi arma"... No son graciosos. Se lo hacen.
Saludos y besitos.
Te está quedando fantástico esto eh, te lo dije cuando lo vi por primera vez y te lo digo ahora, genial. Sigue así mi niña y nunca cambies.
Ejco
Hola me llamo Alvaro Carnicero.
Primero de todo agradecerte que hayas utilizado una de mis fotos para ilustrar tu artículo.
Segundo te pediría, por favor, que tal como indica la licencia CC que poséo, pusieras un enlace al "lugar en el que la encontraste" y a su autor.
De esta forma estás haciendo un buen uso de un material que no es tuyo, al tiempo que informas a tus lectores de las fuentes que utilizas.
Gracias.
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