14 noviembre 2008

Anais Nin



Y llegó el día en que el riesgo
que representaba permanecer
encerrada en el capullo
era más doloroso
que el riesgo de florecer.



4 comentarios:

Unknown dijo...

Aja! son los caminos que solo tienen un sentido.....hacía adelante.

Spica dijo...

...quedarse encerrada en el capullo, sería morir por nada...por mucho que duela...hay que intentar vivir...VIVIR...un abrazo grandegrandisimo...

NuNú dijo...

Cuando era una adolescente comencé a leer los diarios íntimos de Anaïs Nin y despues me quedé enganchada de su vida, sin todavía entender muchas de las cosas de las que hablaba... Quiza sea un buen momento para retomarla

¿Qué estás leyendo de ella? ¿Qué te parece?

BEsitos

Fenjx dijo...

es doloroso llegar a ese momento
pero más doloroso aún es llegar a él y quedarse en el capullo
pese a todo
por el miedo