- Hay que tener fe, hija mía
- Pero si yo tengo fe, reverendo padre – dije en tono mecánico.
- No – replicó, y el rostro tranquilo, de expresión ausente, empezó a revivir, los ojos viscosos, de párpados pesados, centellearon por un instante-. Hay que tener fe de otro modo. No se rompa la cabeza con estratagemas absurdas. Hay que crerr, solamente creer –murmuró.
……
- Querida hija mía –dijo-, me gustaría ayudarla. Una vez vino a mí una señora que amaba a un hombre, lo amaba tanto que lo mató. No lo mató con un cuchillo ni con veneno sino porque no le daba tregua, lo quería por entero para ella, ansiaba quitárselo al resto del mundo. Pelearon durante mucho tiempo, hasta que un día el hombre se cansó y murió. La mujer lo sabía. El hombre se había ido a causa del agotamiento, de tanto luchar. Hija mía, tiene que saber que existen numerosas fuerzas entre los seres humanos y que las personas se matan unas o otras de muchas formas. No basta con amar, hija mía. El amor puede transformarse en un gran egoísmo. Hay que amar con humildad y tener mucha fe. La vida entera sólo tiene sentido si está animada por la fe. Dios ha dado amor a las personas para que puedan convivir mejor y soportar el mundo. Pero quien ama sin humildad pone una gran carga sobre los hombros del otro. ¿Comprende, hija mía? –me preguntó con dulzura, como el viejo maestro que enseña el abecedario a los niños.
……
- Querida hija mía –dijo-, me gustaría ayudarla. Una vez vino a mí una señora que amaba a un hombre, lo amaba tanto que lo mató. No lo mató con un cuchillo ni con veneno sino porque no le daba tregua, lo quería por entero para ella, ansiaba quitárselo al resto del mundo. Pelearon durante mucho tiempo, hasta que un día el hombre se cansó y murió. La mujer lo sabía. El hombre se había ido a causa del agotamiento, de tanto luchar. Hija mía, tiene que saber que existen numerosas fuerzas entre los seres humanos y que las personas se matan unas o otras de muchas formas. No basta con amar, hija mía. El amor puede transformarse en un gran egoísmo. Hay que amar con humildad y tener mucha fe. La vida entera sólo tiene sentido si está animada por la fe. Dios ha dado amor a las personas para que puedan convivir mejor y soportar el mundo. Pero quien ama sin humildad pone una gran carga sobre los hombros del otro. ¿Comprende, hija mía? –me preguntó con dulzura, como el viejo maestro que enseña el abecedario a los niños.
- Creo que lo comprendo –dije, un poco asustada.
- Un día lo comprenderá, pero sufrirá mucho.
...
Sándor Márai
7 comentarios:
muy interesante lo que as puesto bahhia de verdad muy interesante.
a otra cosa y perdona esque cambie la direccion de mi blog y el nombre aunque seguro que lo saves es:http://cernunnos-elbosquedelosmitos.blogspot.com/
y perdon por las molestias.
Ya te echabábamos de menos. Buenísimas líenas. Me quedo con esta frase.
Pero quien ama sin humildad pone una gran carga sobre los hombros del otro.
Un abrazo
Cernnunos, no, no me había dado cuenta de tu cambio de dirección, tomo nota.
Ejco, tu sabes amar incondicionalmente. Yo me quedo con la frase "Hay que creer, solamente creer"
Es ese el libro que has leído estas vacaciones?
bienvenidos!!
fanmakimaki, es el que estoy leyendo ahora. Llevaba tiempo sin poder leer un libro.
Gracias!!
A ti te queda poquito ya, supongo ...
yo lo leí hace muy poquito... realmente imprescindible, una novela magistral y llena de reflexiones de esas a las que la vida y la cultura de hoy en día nos invitan poco...
Un beso.
vulcano lover, si te gusta ese autor, y todavía no lo has leído, El último encuentro, es fabuloso, no sólo la historia, que es tremenda, sino también la narrativa.
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