10 abril 2007

Richard Bach


Es una ley cósmica.

Los semejantes se atraen.

Limítate a desplegar tu propia personalidad, serena, transparente y luminosa.

Cuando irradiamos lo que somos, preguntándonos a cada instante si lo que hacemos es lo que deseamos hacer y haciéndolo sólo cuando la respuesta es afirmativa, nuestra actitud rechaza automáticamente a quienes nada tienen que aprender de lo que somos y atraes a quienes sí tienen algo que aprender, que son los mismos de quienes nosotros a la vez aprendemos.

8 comentarios:

Unknown dijo...

Es cierto, no me habái dado cuenta. Es cierto.

Fenjx dijo...

tus palabras y mis momentos
casi siempre se encuentran
ambos deben seguir también
alguna especie de ley cósmica
gracias
porque hoy como otros días
eran palabras que necesitaba

Bertix dijo...

fanmakimaki, somos como imanes.

fenjx, si tu ganas, gano yo.

Fenjx dijo...

:)

Unknown dijo...

Creo que si.

Angel y Demonio dijo...

Ha de ser una ley cósmica, y muy cierta. Será que también podemos, en determinados momentos y situaciones rechazar también lo que una vez atrajimos? Digo, a medida que evolucionamos, será que las polaridades se van modificando?

Saludos.

Bertix dijo...

angel y demonio, más que modificando, no será que por fin aprendemos a interpretar bien las señales?

Buena pregunta la tuya!

Fenjx dijo...

vuelvo a releerlo
voy a imprimirlo
no quiero olvidarlo