No me interesa saber a que te dedicas.
Quiero saber que és lo que añoras y si te atreves a soñar o alcanzar lo que tu corazón ansia.
No me interesa saber que edad tienes.
Quiero saber si te arriesgarás a parecer un loco por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo.
No me interesa saber que planetas están cuadrando tu luna.
Quiero saber si has tocado el centro de tu propia pena, si has estado abierto a las traiciones de la vida o te has vuelto marchito y cerrado por miedo a más dolor.
Quiero saber si te puedes sentar con dolor, tuyo o mio, sin moverte para esconderlo, diluirlo o arreglarlo.
Quiero saber si puedes estar con alegría, tuya o mia, y si puedes danzar libremente y dejar que el extasis te llene hasta las puntas de los dedos de tu mano y de los pies, sin advertirnos de ser cuidadosos, ser realistas o recordar las limitaciones de ser humano.
No me interesa si la historia que me estás contando es verdad,
quiero saber si puedes desilusionar a otros por ser sincero contigo mismo,
si puedes resistir la acusación de traición y no traicionar a tu propia alma.
Quiero saber si puedes ser fiel y por lo tanto confiable.
Quiero saber si puedes ver belleza hasta en los días feos, y si puedes nutrir tu vida desde la presencia de Dios.
Quiero saber si puedes vivir con fallas, tuyas y mias, y todavía pararte en la orilla del lago y gritar a la luna plateada...¡¡SÍ!!
No me interesa saber donde vives, ni cuanto dinero tienes.
Quiero saber si te puedes parar despues de una noche de pena y desesperación, débil y moreteado hasta los huesos, y no obstante hacer lo que debes y necesitas hacer y seguir adelante.
No me interesa saber quien eres, ni porqué estás aquí.
Quiero saber si te puedes parar en el centro del fuego conmigo sin encogerte.
No me interesa dónde, qué, o con quién has estudiado.
Quiero saber si te sostienes desde adentro cuando todo cae a tu alrededor.
Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo y si verdaderamente disfrutas la compañía que mantienes en tus momentos de soledad.
KHALIL GIBRAN
Quiero saber si te puedes sentar con dolor, tuyo o mio, sin moverte para esconderlo, diluirlo o arreglarlo.
Quiero saber si puedes estar con alegría, tuya o mia, y si puedes danzar libremente y dejar que el extasis te llene hasta las puntas de los dedos de tu mano y de los pies, sin advertirnos de ser cuidadosos, ser realistas o recordar las limitaciones de ser humano.
No me interesa si la historia que me estás contando es verdad,
quiero saber si puedes desilusionar a otros por ser sincero contigo mismo,
si puedes resistir la acusación de traición y no traicionar a tu propia alma.
Quiero saber si puedes ser fiel y por lo tanto confiable.
Quiero saber si puedes ver belleza hasta en los días feos, y si puedes nutrir tu vida desde la presencia de Dios.
Quiero saber si puedes vivir con fallas, tuyas y mias, y todavía pararte en la orilla del lago y gritar a la luna plateada...¡¡SÍ!!
No me interesa saber donde vives, ni cuanto dinero tienes.
Quiero saber si te puedes parar despues de una noche de pena y desesperación, débil y moreteado hasta los huesos, y no obstante hacer lo que debes y necesitas hacer y seguir adelante.
No me interesa saber quien eres, ni porqué estás aquí.
Quiero saber si te puedes parar en el centro del fuego conmigo sin encogerte.
No me interesa dónde, qué, o con quién has estudiado.
Quiero saber si te sostienes desde adentro cuando todo cae a tu alrededor.
Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo y si verdaderamente disfrutas la compañía que mantienes en tus momentos de soledad.
KHALIL GIBRAN
4 comentarios:
Khalil Gibran hace demasiadas preguntas. No le puedo contestar a todas en una. A lo qué me dedico para vivir, casi no me interesa ni a mí. Y la edad que tengo prefiero no recordarla. A soñar me atrevo, pero llevar los sueños a la realidad casi nunca depende de mí. La aventura de estar viva me parece apasionante, pero a veces me mata. Los planetas dejaron de tener interés desde que no son intocables. El centro de mi pena lo toqué hace catorce años y me sigue doliendo. Estoy dispuesta a recibir las traiciones de la vida y a traicionarla cuando sea menester. Tengo miedo al dolor físico; al otro, no. Nunca lo he escondido y me encanta que me invada el éxtasis sin recordar mis muchas limitaciones. Alguna vez he desilusionado a otros por ser sincera conmig misma. La acusación de traición la resisto mal, pero casi siempre soy la mala de la película. Ser eternamente fiel....¡casi ná! Hay días horrorosos que en mi alma brilla el sol y viceversa. Vivo, convivo con mis fallos y con los de los demás, qué remedio. Lo de la presencia de Dios...hace tiempo que no la percibo. Dinero, poquito.
En el centro del fuego me puedo parar, según con quién.
Tengo la grata sensación de que te conoces muy bien ...
SI
Pues a mí me gustaría sorprenderme a mí misma alguna vez...
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