03 octubre 2006

Positividad

Tanto nos cuesta a las personas hablar bien, animar, ayudar a construir, avanzar?

Esta mañana, una amiga, divorciada, que mantiene una estupendísima relación con su ex, nos contaba de que forma tan diferente hablan él y ella a sus hijas.

La mayor termina este año el bachiller y como el fin de curso es muy apretado y está también la selectividad, el viaje de fin de curso lo hacen en febrero. El destino es lo de menos. La cuestión, es que la niña ha aprobado la pre-evalución que les han hecho y el padre para motivarla le dice:

- si no apruebas todo no hay viaje de fin de curso. (Cosa que, por otro lado, no puede cumplirse, ya que el viaje es en febrero y todavía no se sabrá si ha pasado o no satisfactoriamente)

La madre, para animar a la hija, le dice:

- Que bien, te vas de viaje. Tu puedes!!! Eres capaz de todo, ánimo!

Veis la diferencia? Es una diferencia de sexos el enfoque o es una forma de plantearse la vida diferente, independientemente de ser hombre o mujer?

Yo me inclino a pensar lo segundo. Que lo importante es cómo se plantee uno la vida, las experiencias, los retos, las oportunidades … Que para eso, hombres y mujeres somos lo mismo.

Recuerdo, cuando yo daba clases de solfeo a niños de unos 10 años, y les enseñaba a tocar la flauta. Un año, para una pequeña demostración que se hacía a los padres, se me ocurrió enseñarles la sevillana Torre del Oro. Mi intención era, que las alumnas de sevillanas bailarán al ritmo de las flautas, pero el ritmo del citado baile no es precisamente lento …. Así que yo a mis pobres niños les gritaba y les decía que lo hacían mal, que así imposible …..

Uno de esos niños, recuerdo ese día perfectamente, cuando yo terminé de decirles lo mal que lo hacían, espero a que terminara de hablar y me dijo: Si siempre nos estás diciendo que lo hacemos mal, jamás podremos hacerlo bien.

Me dejó petrificada!!!! Cuánta razón tenía!!! A partir de ese día les animé, empecé a decirles que ellos podían y que cada día tocaban mejor. Sus padres, y los de las niñas que bailaron, quedaron entusiasmados y yo también les abracé.

Siempre tengo muy presente la lección que esa personita me dio.

Desde entonces, siempre creo en mis fuerzas y en que yo puedo. Vosotros también podéis. Siempre en presente.

Os quiero ……… besos-

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