23 enero 2007

Mi mamá me mima




Cuando ayer salimos de trabajar, mi compañera y yo, que vivimos relativamente cerca, cogimos un taxi. A ciertas horas, y después de estar encerradas en la oficina una media de 10 horas diarias no nos quedan muchas ganas de metro. Le pregunté por su hijo, que tiene un año y medio, y se sentía mal, porque hay días que no le ve. Al niño le acuestan a las 20h. ya que a las 7 le levantan para llevarle a la guardería. Yo recuerdo aquélla época con el mío, recuerdo lo mal que lo pasé cuando una noche mi hijo me preguntó si tenía dos mamás, la que le cuidaba los fines de semana y la que le recogía de lunes a viernes de la guardería. Se me partió el corazón. Por otro lado, me quede tranquila, porque si el pequeño a su cuidadora, que en mi caso era una amiga de mi hermana, la reconocía como su mamá, es que estaba siendo muy buen cuidado y atendido. Sin embargo, hoy en día cuando le digo, vamos a llamar a Maribel me dice “llamar sí, que venga no”. Algo le ha quedado en su subconsciente que le alerta, si viene Maribel mi mami se va … :-(

Yo también le levantaba temprano, le llevaba a la guardería y por aquél entonces regresaba a casa sobre las 20h. Entonces no existía la “conciliación”. Pero han pasado 12 años desde entonces y hoy esa Ley existe, en nuestro caso, sólo en papel. Da igual que nuestros jefes sean o no maridos de mujeres con poder; da igual que nuestros jefes tengan hijas, sí hijas y no hijos, porque supongo que no se plantean que algún día sus hijas accederán al mercado laboral, les harán abuelos, y que ellas querrán disfrutar de sus hijos. Entonces, como abuelos reclamarán que se cumpla la Ley. Puede ser que estén muy seguros de que sus hijas se casarán, pero como ellos, sus padres, tienen grandes fortunas, podrán permitirse vivir sin trabajar y, por tanto, si tienen hijos podrán cuidarlos, si es lo que les apetece. El tiempo pasa muy rápido. A mi me decían que no achuchara a mi bebé, que se malacostumbraría. No hice caso y me alegro. Mi hijo ya no tiene dos añitos, cenamos siempre juntos, sí le veo siempre antes de acostarse, incluso alguna tarde que otra, pero aún así, necesita a sus padres. Ya es un adolescente “independiente”, es decir, se ducha solo, sabe calentarse la comida si es necesario …. pero ahora tiene otras necesidades y ser madre sólo de 7:30 a 8:00 am. y a partir de las 20h, en el mejor de los casos …, no es lo más recomendable pero es lo que hay, así que intentamos sustituir cantidad por calidad, aunque lo deseable fuese otra cosa.

Es verdad que hasta los 6 años se puede pedir una reducción de jornada, en según que puestos y empresas, ya que lo mejor que te puede ocurrir es que no te consideren "trabajador productivo" por hacer tu trabajo en menos horas, y además que te envíen a un puesto de inferior categoría profesional. Es lo que me ocurrió a mi, pero tuve suerte. Tal vez mi forma de pensar -si una puerta se cierra, tres más se abren-. Fuí destinada a un puesto inferior, dónde tuve la fortuna de trabajar con el mejor jefe que he tenido (a modo de ejemplo os cuento. Un día le llamé a las 8 de la mañana diciéndole que mi hijo tenía fiebre, su repuesta fue: tu hijo es lo más importante). Por contra, cuando me ha sacado en domingo de casa o me ha tenido hasta horas intempestivas he trabajado con la mayor de las sonrisas. Además, desde ahí finalmente obtuve un puesto considerado de mayor categoría al que ocupaba con anterioridad. Sé que no es lo habitual. Por otro lado, hay familias que no pueden permitirse una reducción de jornada con la consiguiente reducción de salario.

PD: Lo curioso fue ver el pasado mes de junio -mundiales de fútbol- como sí fue posible conciliar vida laboral y vida deportiva.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Es chungo. Me da una pena ver a los nenes entrando en la guarderia a las 6.30. nosotros somos afortunados. Mi horario y el de Mi chica (Que pilló media jornada) nos permiten llevarle a las 9.00 y recogerle a las 17.00. Minimaki nunca sab´ra lo afortunado que es.

Bertix dijo...

fanmakimaki, me alegro por minimaki y por tu chica, que seguro disfruta muchísimo con él también.